el trabajo de luce (valencia, españa, 1989) se concibe
ligado al ámbito de la ciudad y la tipografía. su obra indaga en las
asociaciones que se generan entre el arte y su entorno, fomenta la comunicación
con la urbanidad e invita a la exploración para comprender, no solo su
funcionamiento, sino también la forma en que nos relacionamos con él. su
agencia se basa en la experiencia y se traduce en sutiles intervenciones en el
paisaje urbano así como en piezas creadas a partir de objetos que encuentra en
sus paseos por la ciudad. es a través de estos objetos que revela una asombrosa
capacidad para detectar huellas excepcionales y muestra una profunda curiosidad
por trabajar con contextos y medios no tradicionales. la dualidad entre grafiti
y escritura se teje en su obra, revelándose en un cuerpo de obra en el que las
ideas se transmiten a través de las palabras, que a su vez se convierten en
generadoras de historias que vinculan elementos como una calle con nombres
-suyos en innumerables ocasiones- o un objeto con una temporalidad específica.
luce busca resignificar objetos con sus acciones y se apoya en la repetición
para que su práctica se vuelva más reconocible y contribuya al desarrollo de
nuevos discursos. sus acciones suelen estar documentadas en fotografías.
sus primeras experiencias artísticas fueron simples
intervenciones caligráficas con la palabra “luce” (antropónimo derivado de su
propio nombre) esparcidas por el centro de su ciudad natal, que realizó en
postes de luz, paredes, suelos y persianas, y repitió innumerables veces,
adoptando diferentes formatos según el lugar elegido. poco a poco, sus firmas
fueron dejando un rastro por la ciudad, la colocación de este nombre en
callejones, puentes y túneles invitaba, a quien seguía su ruta trazada, a
explorar y redescubrir la ciudad desde una nueva perspectiva. este ejercicio lo
hizo consciente del potencial de la tipografía como herramienta de comunicación
y lo llevó a explorar la ciudad y las infinitas posibilidades artísticas que
encierran procesos como la desviación y la reiteración. el graffiti ayudó a
luce a crear una conexión con lo urbano, para analizar sus ritmos, mecanismos y
observar el impacto que su trabajo tuvo en las personas al convertir su nombre
en parte del paisaje urbano.
hoy su obra ha evolucionado hacia un empirismo desde el que
pretende resolver y ampliar las posibilidades del street art incorporando
materiales y técnicas alternativas para abrir nuevos diálogos. su proceso
creativo parte de un conocimiento consciente y responsable de su entorno, como
se ve en obras como máscaras [máscaras] (2020-21), en la que perfora diferentes
superficies publicitarias abandonadas, creando palabras y formas que dejan
pasar la luz como si fuera un stencil, o latas no (2020), en la que los objetos
perforados son latas viejas aplastadas por los coches. ambas series hacen
referencia a multitud de problemas sociales y ecológicos que afectan a la vida
en una ciudad urbana, como el impacto de los coches o la interminable producción
de basura. en una nueva faceta de su obra, aunque conservando características
esenciales de sus trabajos anteriores como la relación con el ecosistema urbano
y el empleo de la tipografía, el artista introduce en su práctica juegos de
luces, nuevas superficies y diferentes geografías. luce sale de su ciudad para
explorar nuevos territorios e interviene sobre vallas publicitarias y edificios
abandonados, o sobre elementos extraídos de la ciudad como latas, tarimas de
madera, toldos y gomas elásticas encontradas y recogidas en las inmediaciones
de estructuras publicitarias públicas.