el domingo 8 de mayo a las 13:00 h disfrutaremos de un aperitivo sonoro gracias a ricardo fernández martín aka erreefe, quien estará acompañado por anna katarina martín que hará las veces de sazonadora sonora.
la propuesta de erreefe se establece como una experiencia sonora/culinaria como estrategia para la realización de situaciones artísticas sonoras sensitivas (gusto/olfato/oído).
la propia realización de la receta ofrecida se encuentra entre lo cotidiano y lo sofisticado, entre lo artesanal y lo artístico. resultan paradójicos ciertos pensamientos en los cuales se afirma que la pieza de arte cuando se saca de un contexto artístico y se convierte en cotidiana pierde su sentido y se desvanece. en este sentido me interesa cuestionar esta afirmación utilizando el proceso de la realización de la receta de oreja a la plancha con rúcula justamente para lo contrario. lo cotidiano se convierte en algo más potente que la propia obra de arte.
la propuesta actual incorpora el proceso culinario como fuente de elementos visuales y sonoros que se introducen y transforman el contexto de la experimentación electrónica y electroacústica. los procesos de elaboración de los alimentos, sus tiempos y mutaciones se incorporan en el espacio sonoro, estableciendo un diálogo entre tiempos y flujos de desarrollo, ofreciendo así una experiencia que potencia un conflicto entre usos y costumbres en el ámbito de la creación artística. tiempo, proceso, materia, interacción, cuerpo y experiencia se entremezclan en una propuesta abierta que trata de romper la rigidez protocolaria de los actos contemporáneos de este tipo de actuaciones.
en este contexto se añade mis aportaciones del fruto de mi investigación que en ese momento gira en torno a la experiencia multisensorial. añadiendo, mezclando la figura del artista sonoro como dj y la creación gastronómica contemporánea. se ofrece así una experiencia sonora y culinaria como catalizadora de situaciones artísticas sonoras sensitivas (gusto /olfato/oído) colectivas.
unas recetas realizadas en vivo con utensilios de cocina intervenidos que generan sonidos a partir de su procesamiento electrónico. estas se convierten entonces en piezas sonoras efímeras realizadas con la partitura de la receta que posteriormente se degusta por parte de los asistentes al acto acompañada de pan realizado por mi para la ocasión, con la intención de proponer en el asistente y a los artistas una experiencia cotidiana que personalmente denomino experienciación que es el resultado de que el carácter de la pieza se convierta en participativa.
en ella señala como pueden realizarse prácticas ajenas a ese espacio estándar geométrico como es la cocina y sacarlas fuera, lo que se puede definir como prácticas en el otro espacio, con otras maneras de hacer, y que por tanto hace pensar en que existe otra espacialidad que parte desde la experiencia antropológica, cultural incluso poética del espacio. esta idea me produce sosiego, de como las maneras de hacer en distintos contextos modifican la naturaleza rígida de ese espacio, espacio relacional que pelea y se enfrenta al espacio geométrico duro e impermeable. la pregunta en este caso es si se pueden modificar o crear nuevos espacios a partir de la práctica de cocinado e improvisación sonora.
en este caso marca blanca es un lugar perfecto para ello, lugar, pensamiento, orden, caos.