la publicación (del latín publicare ‘hacer público’), designa la acción que consiste en llevar cierta información al conocimiento del público, o sea, «a publicarla». por extensión, el término también adquirió el sentido de impresión, o sea de aparición o de puesta en venta de una obra impresa (periódico, libro, etcétera). 

para esta convocatoria #del1al100 donde la idea es que cada invitado escoja 100 títulos del fondo de la biblioteca y los ordene según su criterio, cuando llegó mi turno recuerdo que el primer impulso fue ir directa a la sección de #marcablanca donde tenía una estantería llena de vinilos.

hay algo especial en observar la música en vez de escucharla, es un ejercicio donde la imaginación puede jugar a su gusto, porque cuando eliges uno de esos cartones musicales primero te entra por los ojos y te imaginas como puede sonar ese disco donde pone por ejemplo «la leyenda sinfónica” (editado por munster records) o «sounds of sudan» de mohamed gubara.

aprendo mucho de buscar y es una de mis principales maneras de descubrir o casi más bien redescubrir cosas nuevas. antes he mencionado el cartón del vinilo pero están los cds y los cassettes, estos dos últimos también tienen un atractivo muy significativo, hay una parte emocional muy ligada a ellos. estamos muy acostumbrados a las playlists de plataformas como spotify, pero las playlists de antes tenían un trabajo curatorial mucho más elaborado.

mientras yo rebuscaba entre vinilos, blanca decidió sorprenderme con una maleta, esa maleta estaba llena de en este caso rectángulos de plástico (ósea cassettes para que nos entendamos) de su adolescencia y etapa universitaria, no solo había música de sus grupos favoritos de ese momento como «suede» sino gran variedad de cassettes tuneados por ella, sus amigos y sus novios, en ellos recopilaban canciones para momentos específicos o donde se dedicaban música los unos a los otros.

todo estaba cuidado con lujo de detalles, tuneaban la carcasa con cualquier cosa que podía servir de referencia para que ilustrara la selección musical escogida. yo la verdad que mataría por conservar una tradición como esa. y con los cds un poco más de lo mismo.

estamos hablando de música, de vinilos, cassettes y cds en un lugar plagado de libros, pero realmente ¿es un disco una publicación? o ¿cuál es la diferencia entre un libro y un disco? al principio de este texto leemos la definición de publicación donde se refiere a ello como: «llevar cierta información al conocimiento del público», no habla de formatos, ni de temáticas, ni de una característica concreta más allá de ser algo que decides mostrar o compartir.

incluso si analizamos más profundamente las características que definen a un libro, se pueden aplicar a los formatos impresos de la música. por ejemplo, un vinilo está impreso, tiene un orden donde vemos el listado de las canciones y donde se divide en la cara a o b, también incluso cuenta con una página legal donde vemos la distribución, discográfica, año de publicación, país, derechos de copyright… básicamente la única gran diferencia que podríamos mencionar son las páginas de papel, pero hay un montón de publicaciones que no recopilan información a través de hojas de papel encoladas.

una vez más, recalco la importancia de lo impreso, en este caso a través de la música y de sus formatos, porque cualquier excusa es buena para «cotillear» el fondo de cualquier estantería y así compartir nuestras experiencias que son lo que nos hace estar unidos, para mí eso es en esencia la música, conectarnos a través de letras y sonidos que llevamos a nuestro terreno, pero que sin embargo no deja de ser un terreno común. 

de olga garcía feliz para marcablanca y todos los que quieran leer, escuchar o estar presentes.