este mes de salvoconductos, restricciones y confinamientos selectivos de los barrios del #sur de madrid, la vitrina de marcablanca expone #AVecesSufrirConyebaAVivir, un proyecto de teresa mirósam luok que muestra el registro fotográfico del uso de las calles de san cristóbal de los ángeles como lienzo en vivo de la comunicación interpersonal. 

la comunicación es hoy día una función central en nuestras vidas diarias. facilitar la conversación global es la principal función de las empresas más innovadoras de silicon valley, que han desarrollado para ello toda una serie de plataformas y herramientas digitales.

ahora bien, si nuestro objetivo es que los mensajes lleguen de forma rápida, clara y concisa a su destinatario, existen canales más seguros y veloces. existen, también, otros espacios de innovación comunicativa.

en el extremo #sur de madrid, el barrio de san cristóbal es casi un kilómetro cuadrado perfecto. aquí encontramos una biblioteca abandonada, cincuenta bares idénticos, los restos de un video club convertido en mezquita precaria y dos iglesias del tamaño de una catedral, todos compitiendo por la atención de sus habitantes.

dentro de este particular mercado de la atención pública, entre 2005 y 2011, los graffitis precedieron a internet como forma de comunicación, a la vez interpersonal y multicultural.

podemos así observar la síntesis semántica alcanzada en la obra «queie denusie lo mato», en la que el escritor amenaza con matar a todo aquel que informe de que una mezquita cercana funciona sin permiso. por su parte, «no hay rovar ropa hejos de puta pedela se te cojo te mato marecon» comparte tamaño monumental y un pragmatismo terrenal con «no tirar por favor».

es innegable que las piezas de esta exposición pertenecen ya a un pasado rápidamente obsolescente. la generalización de la banda ancha, incluso en los barrios más humildes, se ha visto acompañada de un inevitable cambio en el estilo del graffitti. tags, firmas, mensajes de pura autoafirmación pueblan hoy las paredes que antes se usaban como medio de comunicación pragmática.

sin duda se ha producido una digitalización de los mensajes, peticiones, improperios, juramentos y amenazas hacia el espacio digital.

en este sentido los autores quieren asegurar que digitalización no equivale a desaparición: «tu padre confidente», «tu vieja guardia civil» siguen existiendo, aún sea en forma de encriptados ceros y unos.

el mensaje sigue atravesando el éter de Madrid, alcanzando a su receptor y produciendo en él la exacta sensación de pavor que su emisor siempre tuvo como objetivo.